Amigos de hace mucho tiempo

Cuando estaba en tercer grado, vivía en un suburbio de Salt Lake City, Utah. Yo era el único niño perteneciente a una minoría en mi clase en la Escuela Primaria Lincoln. No pasó mucho tiempo después del final de la Segunda Guerra Mundial, y yo era un estadounidense de origen japonés. Experimenté un poco de racismo y prejuicios debido a mi origen étnico, pero la vida era buena con los amigos.

Había dos chicas en mi clase a las que recuerdo bien. No puedo decir que me acuerdo del resto de mis compañeros de ese año. Linda era una chica rubia y bonita. Judy tenía el cabello castaño que solía usar en coletas. Eran mejores amigas, pero de alguna manera nos incluyeron a mí y a las otras chicas de la clase como amigas también.

Había una reunión religiosa para niños un día a la semana después de la escuela en la iglesia al otro lado de la calle. Fue para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y yo no era miembro de esa iglesia. Sin embargo, disfruté de estar con los otros niños. Las clases estaban en rangos de edad, así que estaba en la clase de la iglesia con niños que estaban en mi clase en la escuela. Judy era miembro de esa iglesia, así que fui a clase con ella. Linda era miembro de otra iglesia y no fue con nosotros a la reunión después de la escuela.

Al año siguiente, cuando estábamos en cuarto grado, seguí yendo con Judy a la clase de la iglesia después de la escuela una vez a la semana. Luego, mi familia se mudó a mediados de año. Nunca volví a ver a Judy ni a Linda, y nunca les escribí ni hice contacto con ellas desde ese momento.

Cuando me mudé, fui nuevamente a la clase de la iglesia de niños después de la escuela una vez por semana en la nueva área. Luego, después de un tiempo, mi familia y yo nos unimos a la iglesia. Se convirtió en una gran parte de nuestras vidas.

La vida continuó con la escuela, la universidad, el trabajo, el matrimonio y los hijos. Nos mudamos varias veces, lo que incluyó a California, de regreso a Utah, a Virginia y luego de regreso a Utah. Cuando regresé a Utah por última vez con Internet y las redes sociales disponibles, decidí que tal vez debería intentar contactar a Judy después de todo este tiempo.

A lo largo de los años pensé en Judy de vez en cuando, pero nunca hice contacto. Aprecié que fuera amable conmigo, aunque nunca se lo dije. Pude encontrar información sobre ella en Internet a pesar de que solo tenía su nombre de infancia. Desafortunadamente, la información estaba en su obituario, ya que había fallecido unos años antes de esa fecha.

Con la increíble tecnología que tenemos disponible hoy en día, se pueden encontrar viejos amigos con conexiones en el correo electrónico, Facebook y otras redes sociales. Las relaciones se pueden retomar una vez más después de muchos años de ausencia. No espere demasiado. Las viejas amistades se pueden reavivar y los viejos amigos pueden traer alegría a la vida.

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